“Poner más policías en la calle es como querer apagar el fuego con kerosene”
En 2001,
cuando volvía de la Facultad, Carla Lacorte fue victima del gatillo fácil en el
centro de Quilmes.
Carla es militante del CEPRODH (Centro de profesionales por
los derechos humanos) y del Partido de Trabajadores Socialistas (PTS). Además
es una fiel luchadora contra el “gatillo fácil”, la represión policial y la criminalización
de la pobreza. En esta entrevista cuenta acerca de lo sucedido en 2001 y cómo
fueron los juicios. A pesar de
estar condenado a 6 años y medio de prisión efectiva, José Salmo sigue libre
por decisión de la Cámara de apelaciones de Quilmes hasta que Casación confirme
el fallo.
Hablamos con ella de un tema agendado por los todos los
medios: la “inseguridad”.
¿Cómo fue el acto
que se realizó el 1° de junio en el centro de Quilmes?
-
El acto fue el 1° de junio porque se
cumplieron 11 años de mi caso. Salmo esta condenado desde 2008, tiene la pena
confirmada desde 2010, pero está libre porque Casación tiene que re confirmarle
la condena. En realidad esto no pasa con cualquier persona que esta condenada,
es más, las cárceles argentinas están sobre pobladas de presos que no han
tenido juicio y que no tienen condena. Salmo ya tuvo juicio, ya tuvo condena,
fue confirmada, pero como es un policía todavía esta en libertad.
Al cumplirse 11 años hicimos un acto en el que exigimos
justicia y que Salmo vaya preso a una cárcel común. Que la condena se haga
efectiva, como tiene que ser.
En esta oportunidad fuimos de 300 a 400 personas que nos
juntamos en Mitre y Rivadavia. Hicimos un acto del que participaron muchos
familiares de victimas de gatillo fácil, representantes de organizaciones de
DDHH como Miriam Bregman, Patricia Walsh, Nora Cortiñas (Madres de Plaza de
Mayo), quien envió una adhesión y un abrazo fraterno desde México,
organizaciones de estudiantes y de trabajadores. Pero no fue sólo para que
Salmo vaya preso, sino que es algo que hacemos junto a otras víctimas para que
no haya más damnificados de la policía.
No debemos dejar de lado que cada 28 horas un chico muere en
la Argentina por las balas de la policía en caso de gatillo fácil. Cada vez que
un caso queda impune avala a que esto pase, que las fuerzas maten a los chicos
y lo hacen porque saben que no van a ser juzgados. Quizás pueden estar
condenados como Salmo, pero hace años que está en su casa.
¿Por qué la Cámara de Apelaciones de Quilmes liberó a
Salmo? ¿Con qué fundamentos?
-
Lo más escandaloso de cuando la Cámara de
Apelaciones de Quilmes lo liberó no fue porque podían hacerlo hasta que la
sentencia quede firme, que eso, en última instancia es legal y que sólo sucede
en estos casos y no en los juicios comunes. Pero la Cámara de Apelaciones lo
primero que puso en juego y que mostró fue que ellos no podían dejar de ver
quién era yo, quiénes se movilizaban por mi. O sea, que para ellos lo más
importante es que yo soy militante de CEPRODH y del Partido Trabajadores
Socialistas (PTS). Es que para ellos hay determinadas personas que no tenemos
derecho a pedir justicia.
Este fue el primer argumento, y después en un renglón muy
cortito dijeron “hasta que la condena la confirme la Cámara de Casación quedará
en libertad”.
Mirá si habrá sido tendencioso el fallo del Tribunal que
nosotros pedimos tentativa de homicidio porque Salmo me disparó por la espalda
y la bala me pasó a dos centímetros del corazón, cuentan todos los testigos
como apoyó una rodilla en el piso y disparó derecho a donde estaba yo. Pero
ellos nunca lo tomaron como tentativa de homicidio. Pero por otro lado había 3
jóvenes que intentaron robar el Mc Donald, pero que no se llevaron nada, y el
Tribunal Oral de Quilmes le dio 19 y 20 años de prisión efectiva.
Siempre que me acuerdo de esto recuerdo al periodista de
canal 13, Ricardo Canaletti, que dijo que este es un fallo digno de la
dictadura, ideológicamente, porque esta chica es de izquierda y de un organismo
de DDHH. Es un fallo bien de derecha y no hay mucho para darle vuelta.
Todavía estamos en la espera de que la Cámara de Casación
confirme la pena. No puede ser que pasen años y años y los expedientes para
venir de La Plata hasta Quilmes tarden dos años.
Lo que vemos esencialmente es que cada vez que un caso queda
en la impunidad genera que haya más casos.
Lo más escandaloso y para destacar es que cada 28 horas
muere un joven en casos de gatillo fácil. Y no es solo la Bonaerense, que fue
apodada la “maldita policía”, es también la Prefectura, la Federal,
Gendarmería.
Hay quienes dicen que esto se va a solucionar si le das a la
policía cursos de DDHH. Hace ya años cuando decían esto nosotros decíamos que
no era la solución, porque no hay ningún curso en el que vas a cambiar la
práctica sistemática de esta gente que mata a alguien cada 28 horas.
La policía judicial en México es una de las más cruentas y
perversas que hay, y sin embargo la policía mexicana tiene casos terroríficos,
no específicamente en casos de gatillo fácil, pero si en abuso de la fuerza.
Unos días antes de que se cumplieran 11 años de mi caso
mataron a Lautaro Bugatto, el jugador de Banfield. Entonces se vuelve a hablar
pero porque es un jugador de fútbol, de un equipo conocido. Pero esto pasa
todos los días y los medios de comunicación no toman nota de todos estos casos.
El que mató a Bugatto es integrante de la policía Buenos Aires 2. Esta fuerza
nació en 2004 enseñándoles Derechos Humanos. A los 10 días que salió a la calle
mató a un chico en Avellaneda e hirió a otros dos.
En la época del caso Blumberg se traía como ejemplo a la
policía de Nueva York, y sostenían que para inmovilizar la policía tenía que
salir a la calle con una suerte de picanas eléctricas manuales. Justamente hace
unas semanas atrás veíamos cómo esa misma policía mataba a un indigente
aplicándole estas picanas. El ejemplo que tenía Blumberg no era el mejor.
Es evidente que la policía tiene el rol específico en la
sociedad, y además hay una descomposición por lo que si matás a alguien vas a
quedar impune.
Por una lado en Quilmes ustedes hicieron un acto en
contra del gatillo fácil, por otra parte hay un movimiento de vecinos que se
reúnen todos los jueves a reclamar seguridad y más policías en la calle. ¿Cómo
ves estás dos situaciones que parecen tan antagónicas?
-
Yo lo que sé es que la policía tiene más de
3600 casos de gatillo fácil, la mayoría están impunes. Los casos de delitos más
violentos: robos de autos, desarmaderos, secuestros de personas, redes de
trata, siempre esta metida la policía. No hay forma de que exista un
desarmadero si la policía no sabe. No hay forma de que exista el narcotráfico,
ni las redes de trata si la policía no sabe donde está. Y la gente del barrio sabe
acerca de esto.
Por eso no comparto que debe haber más efectivos en la
calle. Cada vez que hay más policías en la calle sólo hay más casos de gatillo
fácil.
Luego del caso Blumberg se triplicaron los casos de gatillo
fácil. Los delitos más violentos siguen. Poner más policías en la calle es como
querer apagar el fuego con kerosene; yo el fuego con kerosene no lo apago.
Poner más policías en la calle no demostró que sea una solución. Todo lo
contrario, hay más pibes asesinados en los barrios pobres. Pero nadie se
entera. Claro, no son Lautaro Bugatto, no son Carla Lacorte. Yo soy Carla
Lacorte y me conocen por dos cosas: porque estoy vivo y pude hablar y porque a
mi no me pudieron dibujar que yo robaba, no me pudieron poner un arma porque yo
venía de la facultad. No vivía en un barrio pobre. No podían decir que era
sospechosa porque vivía en un barrio pobre, sino que vivía en el Centro de
Quilmes. Por eso se le hizo más difícil.
¿Cómo esta involucrado el poder político en estos
casos?
-
A mi me dispararon cuando Rucauff (ex
gobernador de la Provincia de Buenos Aires) hablaba del “meta bala”, avalaba el
gatillo fácil, decía “a los delincuentes hay que meterles bala”. Entonces te
encontrás con un tipo como Salmo, con mucha instrucción, que sabía como: de hecho
me disparó por la espalda, al centro de la columna y la bala pasó a 2
centímetros de corazón, así que sabía lo que es hacia. En 2001 se avaló desde
el poder político el accionar del gatillo fácil. Así fue que ese año hubo un
pico de casos de gatillo fácil.
Y luego Scioli, que cuando asumió lo primero que dije es que
hay que darle más poder de fuego a la policía. Y ahí tenés los casos de gatillo
fácil de nuevo. Tenés a Luciano Arruga, a Julio Lopéz desaparecido desde 2006.
La policía bonaerense cada vez que hay un rastro sobre donde esta Julio López
está sacada porque es la principal sospechosa de que lo hizo desaparecer.
Se militarizó Buenos
Aires y si no te matan con el gatillo fácil lo hacen cuando salir a reclamar
por tus derechos, desde Kosteky y Santillán hasta Carlos Fuentealba.
También esta el poder judicial involucrado esto. Lo más
llamativo es que en estos casos se presentan recursos de amparo, que son lo que
pedían las victimas de la dictadura cuando estaba en peligro su vida. Ellos van
presos al pabellón especial de policías, sin embargo la justicia le acepta los
amparos.
Por un lado tenemos el gatillo fácil. Por otro los casos de
los trabajadores que reciben las balas de estas mismas fuerzas. Que ya tiene en
democracia más de 60 muertos. En estos últimos años a este gobierno, que le
gusta hacerse de las banderas de los DDHH
o decir que son los hijos de las Madres de Plaza de Mayo, tienen más
muertos en casos de gatillo fácil que del 83 al 2003. Tienen una gran cantidad
de asesinados en manifestaciones, como en el Parque Indoamericano, que fue un
acto conjunto de la Metropolitana con la Federal, que es del Estado Nacional.
Esta también Mariano Ferreyra, que si bien no fue la policía directamente,
liberó la zona para que la barrabrava empiece a disparar.
Lejos de lo que dice este gobierno de defender los DDHH, muy
lejos de eso, se ve que aumenta la cantidad de muertos.
Existe también “Proyecto x”. Los compañeros del PTS que
están en la comisión interna de Kraft, denunciaron que fueron espiados,
investigados por la gendarmería. Se infiltraban en las manifestaciones de Kraft
cuando los trabajadores pedían las medidas de seguridad e higiene
correspondientes en la época de la Gripe A. Y muchos de ellos fueron procesados
y despedidos pos sus legítimos reclamos.
Por eso este gobierno que se rasga las vestiduras hablando
de los DDH, que consiguió, lamentablemente, que gente como Hebe de Bonafini,
que ha sido muy combativa durante mucho tiempo, hoy este de su lado.
Seguramente no ve lo que pasa. Lamentamos profundamente quienes seguimos
peleando con muchas Madres que no se las ve, que esto sea así. Afortunadamente tenemos gente que no se tragó
ese discurso de los Derechos Humanos.
¿Hace cuánto que militas en el PTS?
-
Desde 1998, primero desde que se fundó el
CEPRODH, y un tiempo después en el PTS.
Yo soy hija de un fusilado político en Chile. A mi papá lo
mataron cuando yo tenía un año. Él era
militante acá y se fue a militar a Chile. En esa época había algo que se llama
internacionalismo, que un trabajador es
el mismo en cualquier punto del mundo, y la solidaridad de clases existe y
existía mucho más en ese momento. Por eso veía que se era probable que hubiese
un golpe contra Allende y él se fue a militar allá.
Yo después de muchos años me enteré qué fue lo que había
pasado, porque acá estábamos en dictadura, y en todo ese tiempo mi mamá y mi
padrastro prefirieron no hablar en esa época. Hasta que volvió la democracia y
me enteré que mi papá había sido fusilado por la dictadura de Pinochet.
A partir de eso, en 1983, empecé a militar en mi colegio,
junto con quien hoy es mi marido, ambos éramos delegados de curso. Luego de
muchos años nos volvimos a encontrar, yo ya militaba en el CEPRODH y él en el
PTS, así que de esa forma comencé también en el partido.
Todo esto en el clima de violencia de Estado. Que una
dictadura me haya sacado a mi viejo, que otra dictadura haya silenciado lo que
sucedió con él. Luego de lo que me paso en 2001 fue más fuerte mi militancia
aún.
¿Cómo fue que llegaste a la candidatura para Diputada el año pasado?
Mi candidatura fue puesta para dar a conocer esto que sucede
todos los días en los barrios donde los pibes son asesinados. Que está
inseguridad no se va a solucionar si ponés más policías en las calles, sino que
la empeora. Mientras haya gente que esté relegada a la indigencia, va a haber
gente que va a ser empujada a delinquir. El tema es que si tenemos policías que
articulan los delitos y no se generan planes de obras publicas, de vivienda, si
no se genera trabajo, la situación va a seguir igual. Por eso mi candidatura
apuntaba a mostrar la otra cara de la
inseguridad.
¿Cómo vistes las campañas electorales del año pasado
que se basaban en la “inseguridad”?
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Nosotros mostramos qué es lo que sucede de
verdad en las calles. Más policía es más gatillo fácil, más inseguridad.
Desde el gobierno se preparan para una época de crisis que
llagará al país. Y la policía y las fuerzas armadas en la calle están
preparadas para cuando los trabajadores salgan a reclamar porque ya no les
queda otra. Si ya la tienen en actos de espionaje como “Proyecto X”, si hay más
de 60 muertos en manifestaciones de trabajadores en todos estos años de
democracia, cuando la crisis pegué de lleno en la Argentina lo van a necesitar
más y es por eso que quieren que la policía y las distintas fuerzas en la calle
estén preparadas. Por eso nosotros venimos a sacarle la careta a esto que dice.
Las campañas apuntaron a que la gente este de acuerdo con
estar rodeados de policías. Quieren dibujar que de esa forma enfrentan la
inseguridad.
¿Cuál sería la solución posible para regular el accionar
violento de la policía?
-Hay algunos que hablan de que hay que poner un civil al
mando de las fuerzas policiales. Yo no comparto esto porque las fuerzas
policiales están para llevar a rayas al pueblo trabajador. Mientras haya tanta
diferencia de clases y social, mientras haya gente que esta en la más ínfima
miseria, el Estado a necesitar a las fuerzas para que nade se le vaya de las
manos. Y así con todo, porque además de eso son corruptos, roban, matan, es uno
de los instrumentos del Estado para mantener esta desigualdad con el mayor
orden posible.
Cuando todo el mundo tenga sus necesidades mínimas y
elementales satisfechas no vamos a necesitar a la policía en las calles. Por
eso soy una militante política y salgo todos los días para que no haya nunca
más otro caso de gatillo fácil.
Creo que la solución no es darle cursos de Derechos Humanos
o elegir al comisario, porque es como elegir a tu propio asesino. Las fuerzas
cumplen un rol en el Estado y lo cumplen a raja tabla.